Autor: Mitología griega.
Tiempo de lectura: 6 minutos.
Comenzamos el Mito:
Donde se encontraban Icaro y Dédalo
En Creta, se construyó una vez un gran y confuso laberinto, piedras grandes y paredes enormes, El rey de ese lugar era Minos. Y el señor de los mares, Poseidón, estaba aún molesto con él.
Pero, ¿para qué necesitaban un laberinto? ¿Quién lo construyo?
Allí, encerró Minos a su hijastro, el minotauro, Poseidon, el señor de los caballos, había hechizado a su esposa.
Y no había un mejor arquitecto ni más hábil ingeniero que el ateniense Dédalo, quien llego a Creta a servir al rey Minos.
Después de años, terminado ya el laberinto, y encerrado el toro hombre, Minos encerró a Dédalo con su hijos Ícaro, en una de las mazmorras del laberinto.
La solución para escapar de Icaro y Dédalo
Largo tiempo, estuvieron atrapados en el laberinto, pero sin duda, el creador no podía perderse dentro de su propia creación.
Dédalo podía salir y entrar, pero se cuidaba de no ser vigilado.
El rey Minos tenía el control de toda la tierra y el mar mediterráneo, su reino era una potencia en ese entonces.
Es así que Ícaro, juntaba todas las plumas que encontraba, grandes y pequeñas, no perdía de vista ni una.
Dédalo, construyo unas alas amarrando las plumas más grandes con hilos, y las pequeñas las pego con cera.
Desenlace de la aventura de Icaro y Dédalo
El padre, probó primero las alas, y sentía como su invento lo levantaba del piso. Contento, le explico a Ícaro como usar la nueva creación.
Así fue que, padre e hijo salieron volando del laberinto, escapando de su arresto.
Pasaron por encima de las ciudades de Delos, Samos y Lebintos. Y sentían la libertad cada vez más cerca. Dédalo le dio un consejo a su hijo:
- Hijo, Ícaro, no vueles bajo, pues la espuma y humedad del mar, pueden hacer pesadas tus alas, y caerás sin remedio.
- Tampoco, oh, Ícaro, subas tanto, pues el radiante sol, derretirá la cera que une las plumas del artefacto.
Pero, quien en su vida, podría volar de tal forma, que vuele tranquilo, sin probar todas las formas de vuelo vistas en las aves.
Ícaro, escucha el canto de un águila rompiendo el horizonte, y con el corazón en la mano, emocionado por surcar el cielo.
Con la mirada reflejando el brillo del sol, Ícaro siente que volar como un águila es lo mejor, y que puede tocar el sol: «Padre mira como vuelo». El sueño de volar se había cumplido.
Y queriendo tocar el sol, es que las alas de Ícaro ya no aguantan más, y se desarmaron poco a poco, luego de que la cera se quemó.
Dédalo vio caer a su hijo, tan rápido, que no pudo hacer nada, sino más que recoger el cuerpo de su amado hijo y llevarlo a tierra firme.
Ícaro había muerto al impactar con el mar, su afligido padre solo pudo enterrar el cadáver en la isla más cercana, llamándola Icaria en honor a su hijo.
Al final, se dice que Dédalo escucha el canto de una perdiz, que le recuerdan sus malas acciones pasadas.
– FIN –
Una canción que habla soble el vuelo de Icaro y Dedalo
En la actualidad, podemos escuchar diferentes versiones que cuentan la historia de lo que llaman «El Icaro», este tema es otra canción de rock pesado (heavy metal), que relata como Ícaro surco el cielo y cayó sin remedio.
IRON MAIDEN – El Vuelo del Icaro
La canción esta subtitulada al ingles y español. Muchas gracias.
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